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¿Cómo salir de deudas sin pedir prestado?

Sin lugar a dudas, una de las cosas que más quitan el sueño son las deudas, así que si no encuentras solución y quieres volver a dormir tranquilo, no te vayas porque en este texto te contaremos el paso a paso de lo que debes hacer. 

Lo primero es no desesperarte ni creer que no hay salida, pues con esfuerzo y dedicación, puedes encontrar la solución a cualquier problema.

Lo siguiente es analizar fríamente tu situación con el fin de dimensionar la magnitud del problema. 

Recuerda que no es lo mismo que hayas dejado de pagar hace un mes, a que lleves más de un año arrastrando el adeudo, pues ahora no sólo debes intereses normales sino también los moratorios. 

Seguramente te preguntarás qué es eso, y a grandes rasgos son intereses que te cobran los bancos sobre los intereses que se pactaron al inicio del contrato del crédito. 

Regularmente este tipo de intereses se van incrementando todos los días, de modo que la deuda lejos de detenerse continúa en aumento, lo que puede provocar que en su momento sea impagable. 

¿Qué hago para evitar ese escenario?

Para evitar estar en un escenario en que te sea imposible pagar un crédito lo primero que debes hacer es enfrentar el problema desde el inicio, es decir, habla con el banco desde que tienes problemas para hacer los abonos. 

Lo peor que puedes hacer es dejar pasar el tiempo y esperar hasta que la institución financiera te busque por teléfono o peor aún, envíe cobradores. 

Recuerda que el negocio del banco es prestar dinero para que posteriormente se lo regresen con intereses, lo que significa que no tiene la menor intención de embargarte, dado que eso le generará costos adicionales. 

El embargo, es únicamente la última opción de la institución financiera, así que antes de eso no dudará en trabajar para encontrar la manera de ayudarte para que le regreses el dinero que te prestó. 

Ten en cuenta que entre las soluciones más probables está que te pida liquidar la deuda con un solo pago y de manera inmediata a cambio de un descuento en la misma. O bien, que te reduzca el monto de los abonos, aunque tal vez con un mayor interés. 

¿Y si no puedo llegar a un acuerdo con el banco?

Es posible que no puedas llegar a un acuerdo con el banco, aún si este te solicita el pago en una sola exhibición, pues al no poder pagar, lo más probable es que estés atravesando por una situación económica complicada. 

En este caso tampoco te desesperes, pues en el mercado hay empresas que con su experiencia se pueden convertir en tus mejores aliados: las reparadoras de deuda. 

Estas compañías, como Resuelve tu Deuda, como más de 11 años de experiencia en mercados como Colombia, México y España, se especializan en negociar adeudos con las instituciones financieras. 

Y aunque cada caso es diferente, su capacidad la lleva a conseguir descuentos de hasta el 53.7%. Por ejemplo si tu adeudo es de 2 millones de pesos cabe la posibilidad de que sólo pagues una mínima parte de lo que debías. 

¿Cómo me ayuda una reparadora de deuda? 

La reparadoras de deuda trabajan de manera similar, pues luego de analizar tu situación lo primero que hará la que elijas será diseñar un esquema a tu medida en el que ahorrarás una cantidad semanal, quincenal o mensual que dependerá de tu capacidad financiera. 

Después de algunos meses habrás ahorrado cierta cantidad, por lo que la reparadora se acercará a negociar con la institución a la que la debes y llegará a un acuerdo para liquidar el monto, pago que se hará con los recursos que hayas ahorrado.  

Recuerda que nada es por arte de magia, por lo tanto, si quieres dejar de tener deudas tendrás que hacer ciertos sacrificios para ahorrar. 

Por lo tanto, te recomendamos hagas una priorización de tus gastos, es decir que identifiques cuáles son realmente indispensables y cuáles no, de modo que los puedas eliminar y destinar ese dinero al pago de deudas. 

Por ejemplo, cosas que no puedes dejar de pagar son la renta, servicios, transporte, alimentos, etcétera, pero sí puedes dejar de consumir refrescos, frituras o bien, limitar las salidas al cine o al bar los fines de semana. 

No se trata de que te limites para siempre, pero sí de que limites tus gastos hasta que salgas del problema, aunque para que en el futuro no atravieses por la misma situación, deberás tener un mejor manejo de tus finanzas personales. 

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¿Qué es un crédito personal?

En el sistema financiero colombiano puedes encontrar un sinfín de créditos, pero siempre habrá uno que se adapte exactamente a tus necesidades, por eso en esta ocasión te hablaremos de uno muy flexible como el crédito personal. 

Antes que nada debes tener claro lo que es un financiamiento bancario, que a grandes rasgos es un préstamo para satisfacer tus necesidades de liquidez, el cual te comprometes a regresar en cierto plazo y con un interés pactado. 

Lo más común es que para regresarlo se acuerden pagos periódicos, que pueden ser semanales, quincenales o hasta mensuales. 

¿Cómo se diferencia un crédito personal?

La principal característica de un crédito personal es que el monto que se te preste lo puedes ocupar para cualquier cosa; es decir, no está condicionado a un uso específico como otro tipo de financiamientos. 

Por ejemplo, los créditos empresariales, automotrices e hipotecarios tienen tasas de interés más bajas que los personales; sin embargo, no son otorgados al menos que el solicitante compruebe que los va a usar para los fines que fueron diseñados.

Los créditos de nómina también tienen tasas menores, no obstante, los bancos sólo los conceden si cuentas con un trabajo formal, dado que el descuento se hace cada vez que la empresa te deposita tu salario. 

Otra característica importante de los créditos personales es que el deudor responde con todos sus bienes presentes y futuros, pero no necesita avales o garantías adicionales, como sí sucede en otro tipo de financiamientos. 

En resumen, los préstamos personales son una gran opción si buscas dinero en efectivo para satisfacer diversas necesidades de forma urgente.

Recuerda que los bancos no son las únicas instituciones que ofrecen créditos personales, pues también los pueden encontrar en uniones de crédito o hasta en internet por medio de las llamadas fintech. 

No olvides que muchas veces los financiamientos que no son ofrecidos por bancos son más caros, toda vez que, al conceder créditos con mayor facilidad, las uniones o las fintech, asumen mayores riesgos de impago. 

¿Qué pasa si no pago el crédito?

Cuando pedimos un crédito lo hacemos por necesidad, pero realmente nunca lo hacemos con la intención de no pagar. 

Sin embargo, hay veces que suceden cosas impredecibles, como un mal momento de la economía, perder el empleo, o simplemente tener un accidente o una enfermedad, ya sea uno mismo o algún ser querido. 

En estos casos es posible que las finanzas personales se vean afectadas, y por consecuencia, se dejande pagar ciertas obligaciones, como los créditos solicitados. 

Ten cuenta que dejar de pagar un préstamo no es una solución, dado que con el tiempo esa deuda no desaparecerá ni disminuirá, sino que se incrementará hasta que probablemente te sea imposible pagarla. 

Lo anterior puede tener consecuencias que pueden ir desde tener un mal historial en una central de riesgo que dificultará que consigas un crédito en el futuro, hasta un posible embargo de bienes. 

¿Qué hago si ya no puedo pagar?

Si ya no puedes pagar el crédito por cualquier motivo, no te escondas, y habla lo más rápido posible con el banco para que plantees el problema por el que atraviesas y juntos encuentren una solución.  

Lo más probable es que la institución financiera te ofrezca un descuento si liquidas en un solo pago la deuda, o bien que tus parcialidades sean menores. 

Si aunque lo hayas intentado no llegaste a un acuerdo con el banco, o bien, tu deuda ya se salió del control, siempre te puedes acercar a especialistas, como por ejemplo una empresa reparadora de deuda. 

En Colombia, la más importante es Resuelve tu Deuda, firma que puede negociar directamente con el banco al que le debes y te puede conseguir un descuento en tu deuda de hasta 53.7% por ciento. 

Lo que esta empresa hace es inscribirse en un programa de ahorro mensual, y luego de que tienes recursos suficientes hace una oferta a la institución a la que le debes para eliminar el compromiso. Además, también te ayudará con consejos para que no vuelvas a verte en una situación similar. 

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¿Cómo ahorrar dinero? ¡Fácil y rápido!

Los economistas definen al ahorro como el acto de postergar el gasto del presente para el futuro. En términos prácticos, se trata de uno de los hábitos financieros más complicados entre la población, ya que por naturaleza, preferimos atender las necesidades y gustos del presente y no nos detenemos a analizar los requerimientos que tendrá nuestra vida al paso de los años.
 
De acuerdo con datos del Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana, menos de la mitad de los hogares en Colombia tiene la capacidad de ahorrar, con lo que, en este texto te haremos algunas recomendaciones básicas para, en la medida de tus posibilidades, tengas una reserva de dinero para enfrentar imprevistos y también puedas acceder a bienes que te haga más placentera la vida.
 

¡Elabora un presupuesto!

 
Una de las claves más importantes para ahorrar  es conocer en detalle cuáles son tus gastos. En primera instancia suena muy sencillo, pero existen fugas de dinero que pasan desapercibidas o los llamados “gastos hormiga” que efectuamos de forma automática y que son totalmente prescindibles y en su lugar, pueden destinarse a otro objetivo.
Si has decidido guardar una parte de tu ingreso, el primer paso es que te sientes y, con calma, elabores una lista sobre las entradas y salidas de tu dinero y a partir de ahí generes un presupuesto, preferentemente mensual, que te ayude a tener un mejor control de tus finanzas personales. Para ello, puedes seguir las siguientes recomendaciones:
 

  • Escribe en una libreta cuánto ganas al mes.
  • Detalla tus gastos fijos como alimentos, pago de renta o crédito hipotecario, servicios, colegiatura, gasolina, además del pago de tus deudas en caso de que tengas algún préstamo vigente.
  • Analiza con detalle si hay algún gasto extra que hagas de forma habitual y que puedas eliminar, como la compra de café o comida en la calle, reuniones con amigos, compras impulsivas, por mencionar algunos.
  • De tu ingreso mensual, resta tus gastos fijos, elimina las salidas innecesarias de dinero y si hay un sobrante, destina una parte para ahorro,
  • Trata de cumplir con este ejercicio de manera mensual y al paso del tiempo generarás el hábito del ahorro, que, por muy pequeño que sea, te ayudará a tener una reserva de dinero para el futuro.

 

 ¿Ahorrar para pagar deudas?

 
Se trata de la mejor alternativa para liquidar esa tarjeta o préstamo que solicitaste a un banco u otro tipo de entidad financiera. A partir de un esfuerzo por quitar gastos innecesarios y “apretarte el cinturón”, de forma sana puedes terminar de pagar esa deuda y no afectar tu historia de crédito que, en consecuencia, te cierre la posibilidad de acceder a líneas de tarjetas de crédito más amplias,, financiamiento automotriz o la posibilidad de adquirir una vivienda.
 

¡Cuidado con las deudas!

 
Además de hacer el esfuerzo de ahorrar, por mínima que sea la cantidad, es muy importante también ser responsable con el manejo de los préstamos y tratar de estar al corriente en el pago de las mensualidades. En el escenario ideal, las deudas no deben rebasar 30% de los ingresos, pues en caso de exceder ese límite, se estaría cayendo en un problema de sobreendeudamiento.
Recuerda que además de cumplir con tu palabra plasmada en el contrato que firmaste al momento de solicitar el crédito, debes pagar tus deudas para no contraer problemas en tus finanzas personales y, en el peor de los casos, evitar alguna demanda legal que te haga perder tiempo y dinero.
En el caso de que por un problema económico se te complique contar con los recursos para cumplir con las mensualidades de algún préstamo, puedes acercarte a la institución financiera a negociar o acudir a una reparadora de crédito que puede asesorarte para salir del bache financiero en el que te encuentras.

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¿Se puede embargar la pensión?

Si bien la legislación colombiana determina que no procede, existen dos excepciones: en caso de adeudos de pensión alimenticia y créditos no pagados con sociedades cooperativas. 

De acuerdo con la Ley 100 de 1993, el embargo de una pensión solamente podrá aplicarse por 50% del ingreso.

Es muy importante que conozcas los términos que aplica la autoridad sobre el embargo, con el fin de que evites sorpresas o engaños y tus bienes queden resguardados conforme a las leyes  vigentes en el país.

¿Cuándo se aplica un embargo en Colombia?

El marco legal establece casos muy específicos para aplicar este recurso. Recuerda que en términos prácticos, un embargo es la orden de un juez para que la autoridad tome bienes a nombre de un deudor con el fin de recuperar parte de un préstamo que no pudo terminar de pagar.  Aquí es muy importante que no te dejes engañar por amenazas de que te quitarán tus bienes sin que haya un respaldo por escrito de la autoridad correspondiente.

La ley en Colombia marca que en caso del salario mínimo, es inembargable cuando se trata de deudas con bancos, particulares o deudas con almacenes. Pero en el caso del sueldo, sí existen escenarios donde un acreedor puede acceder a una parte del dinero.

Así, de tu sueldo se te descontará el salario vital, el cual por ley no puede embargarse y que en 2020 equivale a 877.803 pesos. Al resto se le podrá quitar una quinta parte.

Las excepciones

Al igual que los dos escenarios en el caso de la pensión en donde se puede aplicar un embargo, si se tienen deudas por pensión alimenticia o préstamos no pagados con sociedades cooperativas, sí se te puede quitar hasta 50% del salario para liquidar estas faltas.

Recuerda también que en casos muy específicos donde un crédito tenga como respaldo una propiedad, por ejemplo, una hipoteca, es altamente probable que si dejas de pagar por mucho tiempo y no buscas una solución al respecto, la autoridad permita un embargo y el acreedor tome posesión del inmueble para tratar de recuperar el crédito que te fue otorgado.

¡Cuídate de las deudas!

Como habrás notado, el embargo es consecuencia de dejar de cumplir con tus compromisos financieros. Al tratarse de una medida autorizada por un juez, no hay manera de evitarla una vez que se determina, con lo que siempre será mejor mantener al corriente en tus pagos y, en caso de que, por alguna eventualidad, reducción de ingreso, o, en el peor de los casos, pérdida de empleo ya no puedas seguir pagando, busques una negociación con el banco o cualquier entidad con la que tienes la deuda. Un buen acuerdo a tiempo puede evitarte severos dolores de cabeza que pueden llegar al peor de los escenarios tal es el caso de un embargo, donde simplemente la autoridad te quitará la parte que considere salde la deuda con el acreedor.

Al mismo tiempo, tu historia de crédito se verá afectada durante mucho tiempo, lo cual te cerrará las puertas al financiamiento y verás limitadas tus opciones para contar con una tarjeta de crédito, comprar un automóvil, una casa, invertir en un negocio, por mencionar las más comunes.

¡Busca ayuda de expertos!

Recuerda que, en primera instancia, puedes negociar directamente con el banco y de manera clara exponer tu situación en caso de tener problemas para seguir pagando. También puedes buscar a especialistas en una reparadora de crédito donde, a partir de un análisis de tus posibilidades de pago, diseñarán un esquema personalizado de ahorro con el cual podrás liquidar tu deuda pendiente y abrir la posibilidad de que los bancos te vuelvan a otorgar algún tipo de crédito. 

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¿Qué son los bonos de deuda? ¡Te explicamos!

Se trata de una de las alternativas más recurrentes que existe en el sector financiero para invertir. En términos simples, al adquirir un instrumento de este tipo, se está comprando parte de la deuda de una empresa o de un gobierno, a cambio de que en un plazo determinado se devuelva la cantidad convenida además de un extra generado a partir de intereses.

Los bonos son ampliamente utilizados como una forma para adquirir financiamiento, incluso funcionan como una opción distinta al sector bancario tradicional y operan en la mayoría de los mercados bursátiles del mundo, donde su principal atractivo es que el inversionista sabe cuánto obtendrá de ganancia y en qué tiempo, además de que pueden realizarse operaciones a corto plazo, con esto, en cuestión de meses se obtendrán de vuelta los recursos o a períodos mucho más largos, muy útiles si se piensa que en el futuro se pueden obtener buenas ganancias con una inversión de este tipo.

¿Cómo operan los bonos de deuda?

Una de las características principales de este instrumento financiero es que sus participantes tienen un perfil conservador. Es decir, invierten su dinero en este tipo de papeles ya que su ganancia está prácticamente asegurada, debido a que el riesgo de que no se pague es muy bajo, aunque puede ocurrir si la empresa que haya emitido el bono cae en una mala racha que comprometa sus finanzas. Así, en caso de los bonos emitidos por gobierno, dicha posibilidad es casi nula, ya que la autoridad garantiza la ejecución del bono.

En términos prácticos, el mercado de bonos de deuda opera en la bolsa de valores de cada país, y para acceder, el inversionista interesado lo hace a través de un tercero especializado que le ofrece las mejores opciones de acuerdo con su perfil de riesgo.

A partir de ahí, puede seleccionar algunos bonos con características básicas:

  • Deuda privada: Son emitidos por las empresas y su principal objetivo es que la firma que los coloca en el mercado obtenga financiamiento a tasas de interés competitivas por montos elevados. En su mayoría, son a largo plazo y tiene la posibilidad de que sus emisores puedan pagar total o parcialmente a los inversionistas antes de que se cumpla el vencimiento del bono.
  • Deuda pública: Son emitidos por el gobierno, tanto en el mercado local como en el extranjero. Generalmente sus plazos de vencimiento son muy largos, entre 5 a 30 años y también son una herramienta que utilizan las autoridades de cada país para obtener alternativas de financiamiento que, en la mayoría de los casos, se utilizan para proyectos productivos.

En primera línea, la emisión de bonos es a renta fija; es decir, pagan la misma cantidad de intereses hasta que vence el contrato.

Diferencias entre acciones y deuda

Una característica que debes conocer es que los bonos son una opción de financiamiento al que recurren las firmas privadas, pero también obtienen recursos a través de acciones, que se entienden como la fracción de una empresa que se vende en el mercado de valores y dependiendo los buenos resultados de su operación, van obteniendo ganancias. El inversionista interesado puede optar por comprar una parte de una empresa con esta alternativa, que, a diferencia de los bonos es de mayor riesgo debido a que su precio depende en gran parte de la volatilidad de los mercados, u optar por deuda que se trata de una inversión con menor riesgo.

Si bien puede sonar muy complejo o dedicado a gente muy especializada, las inversiones en bonos están cerca prácticamente de cualquier público. Si te interesa participar en este tipo de mercado, puedes acercarte a una institución financiera especializada o consultar las alternativas del gobierno para comprar algún bono gubernamental, las cuales, son opciones seguras y recomendables para poner a trabajar tu dinero y obtener alguna ganancia.

 

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¿Qué son las deudas fantasma?

Si tienes un adeudo que te está atormentando y te quita el sueño, seguramente es una deuda fantasma. Se trata de un compromiso que no has logrado liquidar y te persigue. Antes de que te aterrorice porque te lleve a una situación de impago y se convierta en un registro negativo en las centrales de riesgo, aquí te decimos qué son y cómo solucionarlo. 

Es una mora que ocurre cuando no se tiene control sobre los gastos mensuales por los malos hábitos que finalmente llevarán a una situación de sobreendeudamiento. El mal uso de las tarjetas de crédito, las compras innecesarias o los gastos hormiga son fantasmas en las finanzas personales a los que hay que prestarles atención antes de que se conviertan en un problema. 

Hay 4 tipos de deudas fantasma:

  1. Comprar con crédito productos perecederos como las vacaciones o los víveres de la despensa. El crédito genera intereses y no es dinero propio, por lo que debe pagarse. 
  • No saber usar los meses sin intereses. Es necesario diferir las compras de acuerdo a lo que se adquiere. Los perecederos deben liquidarse lo antes posible, antes de 6 o 12 cuotas. En cambio, los electrodomésticos o la tecnología pueden superar los 24 meses. 
  1. Cuando solo se pagan los intereses. Esos parecen adeudos inmortales, porque no se salda en su totalidad y solo se abona el monto de los intereses, pero no se liquida el capital.
  2. Deudas gigantescas que ya superan el 30% de los ingresos en lo que corresponde al pago mensual de las mismas.
  3. Adquirir una tarjeta para pagar otra. Solicitar un préstamo para pagar una obligación antigua solo será abrir un nuevo pozo para intentar tapar otro, pero sin lograrlo. 

Lo más aterrador en estos casos es que son obligaciones que cuando se dejan de pagar por falta de dinero causan una situación de sobreendeudamiento. Ante estos escenarios, lo  ideal es ajustar el estilo de vida, reducir gastos, aumentar los ingresos, disminuir gastos hormiga, llevar un presupuesto y ahorrar. 

Los expertos en finanzas personales explican que el adeudo puede ser bueno o malo. Esto depende de en qué se destine el dinero que se ha pedido prestado. Si el dinero se usa para bienes perecederos, sin duda será negativo, porque ese gasto no representará una inversión.

En cambio, la deuda “buena” es aquella que genera beneficios en la vida financiera, personal y profesional. Acá algunos ejemplos de este tipo de endeudamientos que rendirán frutos en el futuro:

  • Pagar una maestría o un curso que contribuirá a obtener un mejor empleo y por lo tanto un mejor ingreso.
  • La compra de un auto que te permita ser más productivo y amortizará su costo con el tiempo. Es decir, que por tener un sistema de movilidad más cómodo se traduzca en oportunidades de negocio y por lo tanto en mejor ingreso.
  • Invertir en un negocio. Haciendo los planes previos y siguiendo las estrategias adecuadas para que realmente se convierta en una fuente de nuevo ingreso.
  • La hipoteca de una casa. Tener un lugar propio para vivir, será siempre una buena inversión, especialmente si el nivel de ingreso permite realizar los pagos oportunamente.

Sin embargo, si la situación ya te superó y crees que necesitas un exorcismo financiero, la ruta es acudir con los especialistas en finanzas personales como son las reparadoras de crédito como Resuelve tu Deuda, empresas dedicadas a la consultoría para diseñar un plan de ahorro para el deudor. El dinero ahorrado permitirá negociar con los acreedores. 

Cazafantasmas financieros

Hay que identificar las razones por las que se perdió la liquidez. Desde un mal manejo de las finanzas personales o por la pérdida de empleo. Tener claridad sobre cuál es la capacidad de ingreso y ahorro permite pensar en la mejor alternativa para salir de deudas, sin necesidad de adquirir un nuevo crédito que podría empeorar la situación.

Ante una emergencia económica que no se puede pagar, esto es lo que se puede hacer:
  • Notifica a tu acreedor. En cuanto identifiques que no podrás cubrir un adeudo, abono o pago, hay que contactar al banco o institución financiera para  hacerle saber la situación. Esto abre la posibilidad de un acuerdo para reestructurar el crédito y pagarlo en un tiempo mayor con cantidades menores. Alargar el plazo aumentará los intereses y la cantidad final a pagar, pero es una alternativa para mantener un historial crediticio positivo.
  • Evita contratar un nuevo crédito. Adquirir otro compromiso financiero para saldar uno previo, solo agravará el problema y provocará que la deuda original se vuelva más grande. Es una solución momentánea, pero perjudicial a largo plazo.
  • Reduce tus gastos. Planificar los gastos y eliminar aquellos superficiales es una medida que permite destinar más dinero al pago de la deuda y terminar de pagarla en el menor tiempo posible.
  • Cambiar de institución acreedora. Con asesoría especializada es posible encontrar otra opción para trasladar la deuda con un banco distinto y pagar en mejores condiciones (tasa de interés, plazo y montos de pago, cantidad final a pagar).

Cuando los intereses provocan que las deudas sean impagables, lo mejor será recurrir con los especialistas, sobretodo antes de que pierdas liquidez. Cuando ya es muy tarde para consolidar una deuda y ya estás en Centrales de Riesgo con una calificación negativa, entonces puedes recurrir a una reparadora de crédito.

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¿Cómo evitar un embargo por deudas ajenas?

Un aval es aquella personas que responderá por la deuda de otro. Esto significa que ante las autoridades aparecerá como corresponsable del compromiso financiero que alguien más no pueda cumplir. 

Esto significa que el aval que se firmó para comprometer incluso sus propiedades para adquirir un servicio a crédito en nombre de otra persona. Cuando no existe una firma de por medio, el embargo no debe afectar a terceros. Es decir, la retención de pertenencias sólo será en contra de las que corresponden al deudor.

Si el titular de la deuda no cuenta con bienes que puedan ser embargados, la retención no podrá efectuarse. Así que nadie podrá responder por la deuda más que el involucrado.

¿Existe el embargo a terceros? 

La respuesta depende de si ese tercero está involucrado directamente con el adeudo o solo sirvió como referencia. 

  • El aval es aquella persona que garantiza el pago de un crédito, por lo que está relacionado directamente con el adeudo y con el pago del mismo. Cuando el titular de la mora no cubre el préstamo solicitado, el avalista saldrá al paso y será el responsable legal de cubrir el compromiso. Este “responsable solidario” tiene las mismas obligaciones que el titular de la deuda.
  • La referencia es alguien que solamente fue consultado respecto a si una persona solicitante de crédito es suficientemente confiable. Esto implica que no ha firmado compromiso alguno para pagar en caso de que el titular de la solicitud fallé en el cumplimiento de su acuerdo 

¿Qué es un embargo?

El embargo es una herramienta que permite a los acreedores reclamar el pago de una deuda. Mediante este esquema, se buscará retener bienes del deudor que se podrían rematar para recuperar dinero y liquidar el compromiso con la institución crediticia.

Un acreedor sólo puede solicitar al juez la retención de las pertenencias de un moroso tras haber entablado un juicio y haberlo ganado. Aunque esta salida es un derecho del acreedor para ejercer el cobro de lo adeudado sobre los bienes del deudor, para que este camino sea legal debe llevarse a cabo un procedimiento judicial, lo que significa que se debe acudir a un juzgado para que un juez ordene dicho procedimiento.

Tanto para el moroso como para el aval hay bienes que son considerados inembargables. El Artículo 134 de la Ley 100 de 1993 detalla lo que no se puede incluir dentro de este proceso.

  • Fondos de pensiones del régimen de ahorro individual con solidaridad.
  • Fondos de reparto del régimen de prima media con prestación definida y sus respectivas reservas.
  • Sumas abonadas en las cuentas individuales del saldo pensional de ese mismo régimen individual con solidaridad y sus respectivos rendimientos.
  • Sumas destinadas a pagar los seguros de invalidez y de sobrevivientes dentro del mismo régimen individual con solidaridad.

¿Te pueden embargar por ser aval?

La posibilidad de un embargo es muy probable. La ley ampara el pago de la deuda e incluso puede reclamarse a través de los bienes de la persona que fungió como garante, en caso de que este carezca de recursos para liquidar la obligación.

Una vez que la deuda ha sido liquidada, la persona que fungió como aval puede tomar acciones legales contra el deudor a quien avaló. Sin embargo, eso implica un proceso que no garantiza el pago correspondiente.

¿Cómo me afecta ser aval?

El aval es la garantía para la institución que realiza el préstamo de que se cubrirá el compromiso en su totalidad. Ante la ley, en caso que el titular del crédito no cumpla, el  obligado solidario es quien adquiere la responsabilidad.

Si el deudor deja de pagar, se tratará con el garante.  Y en caso de estar en una situación de  impago, el embargo podrá proceder en contra del fiador, como la persona responsable de dar la cara por el deudor.

Si eres aval, las recomendaciones son:

  • Vigilar el actuar de la persona a la que se respaldó.
  • El embargo es resultado de una orden judicial y la autoridad es la que debe informar sobre el procedimiento, por lo que ningún despacho de cobranza debe amenazar con despojarte de tus pertenencias. 
  • Si la deuda es impagable, lo mejor es encarar el problema. 

Las reparadoras de crédito son empresas que ofrecen alternativas a los morosos para enderezar su historial crediticio, incluyendo a quienes fungieron como aval. 

¿Qué debo preguntar como aval?

  1. Investiga quién te está solicitando ser aval. Así sea un familiar cercano, debes averiguar cuál es su capacidad de pago.
  2. Pregunta los detalles del crédito que está solicitando, así como las cláusulas en caso de incumplimiento. 
  3. Solo se recomienda ser aval, si además del patrimonio, se cuenta con un ingreso fijo y constante que permita responder al compromiso. 
  4. Tener comunicación constante con el avalado permitirá saber cuándo no podrá pagar y así evitar problemas futuros. 

Cuando se comunica de manera oportuna que ya no es posible seguir pagando el crédito o el servicio, entonces se pueden renegociar los acuerdos originales de la deuda y encontrar un nuevo esquema que permita saldarla, ajustando el plazo de pago y el monto de los intereses. 

En caso de haber llegado a una situación de impago e incluso tener una anotación negativa en los registros de las centrales de riesgo, la recomendación es buscar alternativas para seguir siendo sujeto de crédito. 

Acudir a los especialistas, como son las reparadoras de crédito, permite a los deudores conocer sus opciones. El modelo de negocio de las reparadoras como Resuelve tu Deuda consiste en que al cubrir sus honorarios como consultores financieros, diseñarán un plan de ahorro que se ajuste a la capacidad de ingreso del moroso, por lo que en un plazo de doce meses, se podrá reunir una cantidad de dinero que permitirá negociar con los acreedores el finiquito de los compromisos atrasados. 

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¿Cómo saber si un auto está embargado?

Cuando un automóvil  tiene una orden de embargo, el propietario del auto no podrá disponer de esa unidad, por lo que no podrá venderla ni traspasarla. 

No es posible comprar un “bien embargado” porque no se tendrá la propiedad absoluta, salvo que exista la autorización del acreedor cediendo la propiedad. Esto significa que primero se debe levantar la orden de embargo y luego proceder con la firma de la escritura. 

Los vehículos embargados o secuestrados son trasladados a patios previamente autorizados, donde se cobrará una tarifa por cada día que el auto permanezca en el establecimiento. En algunos casos, suele ocurrir que las tarifas alcanzan montos elevados, que pueden llegar a sobrepasar la deuda que en principio originó en embargo.

Para recuperar el coche, el propietario debe ser capaz de pagar la deuda al acreedor y pagar el costo total de la estadía del carro en el parqueadero.

En caso de que el automóvil haya sido embargado, quedaría registrado en el Histórico Vehicular emitido por el Registro Único Nacional de Tránsito (RUNT) que puede consultarse en www.historialvehicular.co/, en el apartado de prendas inscritas para remate. 

Con solo digitar el número de la placa del carro, el sitio del RUNT entrega la información histórica del automotor. Esto como una herramienta a la mano de quienes están comprando un vehículo de segunda mano.

De hecho, antes de comprar un carro usado, una de las primeras recomendaciones es sabersi este ha tenido accidentes de tránsito, si cuenta con embargos o prendas inscritas, si tiene vigente el Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT), así como una revisión técnico mecánica reciente. 

¿Qué es un embargo?

Una orden de embargo se refiere a una medida preventiva dictada por un juez, en caso de que un deudor no haya cumplido con los pagos correspondientes al acreedor. El bien o los bienes del deudor no podrán ser comercializados ni transferidos a un tercero para asegurar el cumplimiento de las obligaciones. Si la deuda no es cancelada, se procede al remate del bien.

Igualmente, el secuestro de los bienes del deudor permite que se le sean retirados y estos queden a la orden del juzgado, hasta que se resuelva la situación.

Es importante señalar que cuando una persona recibe una orden de embargo, sus datos quedan reportados en las centrales de riesgo, imposibilitando la aprobación de créditos para adquirir nuevos bienes a su nombre o solicitar servicios como telefonía móvil e internet.

Cuando un vehículo tiene una orden de embargo, el propietario del auto no podrá disponer del este. No puede ser vendido ni traspasado, a menos que exista la autorización de ley o la del acreedor. 

¿Cómo resolver o prevenir un embargo?

Si se ha obtenido una orden de embargo, lo recomendable es buscar asesoría con un profesional que le acompañe a lo largo del proceso. En ese sentido, el levantamiento del retención se puede lograr mediante la negociación de un nuevo acuerdo de pago con el acreedor o a través del pago total de la mora. Al comprobar que se vuelve a estar al día con los pagos obligados, el interesado podrá solicitar ante el juzgado un desembargo.

En cualquier caso, adquirir un vehículo en esa situación requiere paciencia, pues se debe considerar el tiempo que requieren las autoridades para dar respuesta a la solicitud de desembargo y luego notificar a las entidades implicadas. 

También es importante que la persona embargada identifique los motivos que le llevaron a estar en una situación de impago a tal grado que puso en riesgo su patrimonio. Más aún si los bienes aún se encuentran sujetos por la autoridad y quiere recuperarlos, al igual que quiera volver a tener capacidad de pago y enderezar su reputación como sujeto de crédito. 

Es posible que acudir con los expertos de una reparadora de crédito le permitan entender cómo hacer un mejor manejo de sus ingresos para poder liquidar sus adeudos y tomar las riendas de sus finanzas personales. 

Resuelve tu Deuda es la reparadora más conocida en Colombia. Su programa de negociación de préstamos está diseñado para las personas que ya “se colgaron” y no ven una salida para volver a recuperar su historial crediticio.

Esta empresa mexicana abrió operaciones en Colombia hace 6 años. Su misión es brindar a sus clientes asesoría legal y financiera, ayudarles a negociar las deudas con las entidades financieras con quienes están atrasados en pagos y buscar el mayor descuento posible en el pago de esas obligaciones sin más crédito.

Aquellos deudores que acuden a las reparadoras y entienden su modelo de negocio, identifican una oportunidad de rehabilitación financiera a través del ahorro que realizan de manera disciplinada. Es un sistema que también les permite aprender a manejar mejor sus finanzas personales y eso evita que vuelvan a caer en mora.

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¿Qué es un crédito de libranza?

Hoy en día, existen muchas soluciones crediticias que ofrece el sistema financiero colombiano. Sin embargo, no todos los productos son iguales ni cumplen el mismo objetivo.

Por ello, si estás en busca de un producto financiero, es importante tomar en cuenta lo anterior. Sobre todo, para definir cuál es el objetivo que se busca al contratar el esquema y a partir de eso, tomar la mejor decisión.

 

En esta ocasión hablaremos de un producto especial: el crédito de libranza. Pero, ¿qué es y cuáles son sus principales características? Aquí te contamos.

 

Crédito de libranza, un crédito distinto

 

En términos simples, un crédito de libranza es un producto que se clasifica bajo la categoría de consumo. Su principal característica es que el solicitante autoriza a la institución otorgante que pueda descontar directamente de su nómina, los pagos relacionados con el financiamiento.

 

De esta forma, la gran diferencia de éste con otros esquemas , es que el financiamiento se encuentra respaldado por el salario que recibe el deudor. Así, el riesgo de impago se reduce, pues en todo momento, la institución puede tomar del sueldo, las cuotas correspondientes a cubrir para saldar la deuda.

 

Ventajas del crédito de libranza

 

Al permitir que el empleador pueda destinar parte del salario para el pago directo de las obligaciones contraídas, trae algunas ventajas para el que contrata.

 

En primer lugar, por su naturaleza, para acceder al crédito de libranza no se requiere de codeudor o avalista. Incluso, al contar con la garantía del salario, se puede aspirar a tasas de interés más bajas en comparación con otros esquemas. 

 

Este tipo de productos se otorgan a tasa y cuotas fijas. El monto puede variar de acuerdo con la capacidad de pago del solicitante, aunque puede ir desde los $500,000 pesos, en plazos de hasta 10 años, todo en relación con la institución otorgante.

 

El crédito de libranza puede emplearse para distintos fines. Entre otras cosas, este tipo de financiamiento podría tener como destino el impulsar algún proyecto personal, remodelar alguna vivienda o incluso pagar obligaciones financieras.

 

Como se citó, por sus características, en la que se encuentra asociado el salario del trabajador, el financiamiento ofrece las tasas más bajas y los plazos más flexibles.

 

Es importante señalar que para acceder al modelo, la empresa para la que se labora debe tener convenio con la institución financiera que otorgará el financiamiento; además, cabe precisar que los pensionados también pueden acceder a este producto.

 

¿Qué se necesita para acceder al crédito de libranza?

De acuerdo con la procuraduría.gov.co, hay al menos cuatro condiciones que se deben cumplir para acceder a la libranza:

 

  1. El beneficiario debe autorizar de manera expresa e irrevocable a la entidad pagadora para que esta efectúe la libranza respectiva.

     


  2. La tasa de interés correspondiente a los productos y servicios objeto de libranza no puede superar, en ningún caso, la tasa máxima permitida legalmente.

     


  3. Que la tasa de interés sólo pueda modificarse en determinados eventos y con la expresa autorización del beneficiario.

     


  4. La libranza se podrá efectuar siempre y cuando el asalariado o pensionado no reciba menos del  50 % del neto de su salario o pensión después de los descuento por ley.

 

Sumado a lo anterior, es preciso decir que de acuerdo con la autoridad, en ningún caso, el empleador o entidad pagadora podrá cobrar cuotas por realizar el descuento correspondiente.

 

De igual forma, las entidades financieras que otorgan el crédito deben ser claras en todo momento. Entre otras cosas, deben establecer de manera transparente datos como el monto total a financiar, el número de cuotas en que se realizará el pago, así como el monto de la cuota que se descontará. 

Cuida tus finanzas

 

Si están pensando solicitar un crédito de libranza, no pierdas de vista lo siguiente:

 

  • Cuida tu capacidad de endeudamiento. 

Haz números antes de solicitar el financiamiento y define si cuentas con la solvencia para encarar la responsabilidad. Evita llegar a fin de mes con los recursos limitados. Pero, sobre todo, evita que el financiamiento se convierta en un problema de mora que afecte tu vida e historial crediticio.

 

  • Planea. 

Toma en cuenta que un crédito de libranza puede convertirse en una responsabilidad de largo plazo. No pierdas de vista que de acceder al producto, verás mes con mes, o quincena por quincena, un descuento directo en tu salario.

  

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¿Qué pasa si no tengo vida crediticia y necesito un préstamo?

No contar con un historial crediticio podría ser equiparable a tener un reporte negativo en las centrales de riesgo. Y es que, en ambos casos, se cierran las puertas para acceder a financiamiento en buenas condiciones o sin tantos obstáculos.

 

Si bien es cierto que hay opciones financieras para quienes no tienen vida crediticia, se deben tomar en cuenta algunas cuestiones.

 

En primer lugar, no contar con un reporte que dé cuenta sobre el comportamiento de pago de una persona, puede devenir en encontrar opciones de financiamiento caras. Sobre todo, aquellos que no cuentan con un reporte en las centrales de riesgo podrían enfrentarse, además de rechazos en solicitudes, a tasas de interés muy por encima de las que podría encontrar una persona con buen historial de crédito.

 

Al respecto, por ejemplo, aquellos que no tienen un reporte, podrían toparse con requisitos complejos para el financiamiento. Entre otros, se podría citar el caso de entidades que deciden solicitar a un codeudor o aval, esto para garantizar que la deuda que se contraiga se pueda solventar.

 

Pero, ¿por qué no tener vida crediticia representa un obstáculo para el acceso a préstamos?

 

La evaluación de riesgo

 

Para explicar el porqué es necesario contar con un buen historial para que la autorización de crédito sea sencilla, es importante remontarnos a un elemento central en materia financiera: la evaluación de riesgo.

 

La actividad de bancos e instituciones financieras parte de este elemento; es decir, de analizar los perfiles de cada una de las personas que solicitan crédito y definir si tienen la capacidad para pagar o presentan una posibilidad de caer en incumplimiento con la obligación.

 

Para ello, las instituciones utilizan una serie de elementos en aras de evaluar qué tan buen pagador podría ser una persona. Uno de estos elementos es la consulta del historial crediticio.

 

A partir de revisar los reportes en las centrales de riesgo, los otorgantes de crédito pueden visualizar una radiografía sobre el comportamiento de las personas en torno a responsabilidades de pago como los préstamos.

 

No contar con un historial crediticio representa un punto ciego para bancos y entidades financieras. Y es que, al no conocer cómo se ha comportado cierta persona con otros créditos, genera incertidumbre al no tener una referencia para evaluar si es buen perfil para recibir financiamiento o no.

 

En este aspecto, es importante decir que los créditos online se han colocado como una opción para quienes no cuentan con un historial crediticio. Estas plataformas se han posicionado como una alternativa, no sólo para acceder a financiamiento, sino para construir un reporte.

 

Sin embargo, una de las cuestiones en este formato de créditos son los intereses que se pueden cobrar, pues en algunos casos son más altos que cualquier otra opción de crédito.

 

Incluso, cabe señalar, que si bien bajo esta opción se utilizan una serie de elementos y algoritmos para aprobar créditos de manera rápida, algunas consultan historial crediticio. Y no contar con un buen reporte, o no tener, representa fincar un costo del dinero mayor.

 

¿Qué hacer si no tengo vida crediticia y necesito un préstamo?

 

Por lo regular, se recomienda que toda persona procure desde joven iniciar con un buen historial de crédito.

 

Si bien este es uno de los puntos más sonados, nunca es tarde para empezar. Recuerda que dentro de las centrales de riesgo también se contempla la actividad en torno al pago de servicios, como las telecomunicaciones, o comercio. Por lo que, contratar algún servicio en esta línea, y cumplir con el pago, puede ser el inicio de un historial positivo.

 

También hay otras opciones que ofrecen algunos bancos en las que, para acceder a financiamiento sin historial de crédito, se da la oportunidad de abrir una cuenta de ahorro. A través de los depósitos que se realicen, se genera un historial de comportamiento que permite verificar si una persona puede ser candidata a recibir financiamiento.

 

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