Se trata de una de las alternativas más recurrentes que existe en el sector financiero para invertir. En términos simples, al adquirir un instrumento de este tipo, se está comprando parte de la deuda de una empresa o de un gobierno, a cambio de que en un plazo determinado se devuelva la cantidad convenida además de un extra generado a partir de intereses.

Los bonos son ampliamente utilizados como una forma para adquirir financiamiento, incluso funcionan como una opción distinta al sector bancario tradicional y operan en la mayoría de los mercados bursátiles del mundo, donde su principal atractivo es que el inversionista sabe cuánto obtendrá de ganancia y en qué tiempo, además de que pueden realizarse operaciones a corto plazo, con esto, en cuestión de meses se obtendrán de vuelta los recursos o a períodos mucho más largos, muy útiles si se piensa que en el futuro se pueden obtener buenas ganancias con una inversión de este tipo.

¿Cómo operan los bonos de deuda?

Una de las características principales de este instrumento financiero es que sus participantes tienen un perfil conservador. Es decir, invierten su dinero en este tipo de papeles ya que su ganancia está prácticamente asegurada, debido a que el riesgo de que no se pague es muy bajo, aunque puede ocurrir si la empresa que haya emitido el bono cae en una mala racha que comprometa sus finanzas. Así, en caso de los bonos emitidos por gobierno, dicha posibilidad es casi nula, ya que la autoridad garantiza la ejecución del bono.

En términos prácticos, el mercado de bonos de deuda opera en la bolsa de valores de cada país, y para acceder, el inversionista interesado lo hace a través de un tercero especializado que le ofrece las mejores opciones de acuerdo con su perfil de riesgo.

A partir de ahí, puede seleccionar algunos bonos con características básicas:

  • Deuda privada: Son emitidos por las empresas y su principal objetivo es que la firma que los coloca en el mercado obtenga financiamiento a tasas de interés competitivas por montos elevados. En su mayoría, son a largo plazo y tiene la posibilidad de que sus emisores puedan pagar total o parcialmente a los inversionistas antes de que se cumpla el vencimiento del bono.
  • Deuda pública: Son emitidos por el gobierno, tanto en el mercado local como en el extranjero. Generalmente sus plazos de vencimiento son muy largos, entre 5 a 30 años y también son una herramienta que utilizan las autoridades de cada país para obtener alternativas de financiamiento que, en la mayoría de los casos, se utilizan para proyectos productivos.

En primera línea, la emisión de bonos es a renta fija; es decir, pagan la misma cantidad de intereses hasta que vence el contrato.

Diferencias entre acciones y deuda

Una característica que debes conocer es que los bonos son una opción de financiamiento al que recurren las firmas privadas, pero también obtienen recursos a través de acciones, que se entienden como la fracción de una empresa que se vende en el mercado de valores y dependiendo los buenos resultados de su operación, van obteniendo ganancias. El inversionista interesado puede optar por comprar una parte de una empresa con esta alternativa, que, a diferencia de los bonos es de mayor riesgo debido a que su precio depende en gran parte de la volatilidad de los mercados, u optar por deuda que se trata de una inversión con menor riesgo.

Si bien puede sonar muy complejo o dedicado a gente muy especializada, las inversiones en bonos están cerca prácticamente de cualquier público. Si te interesa participar en este tipo de mercado, puedes acercarte a una institución financiera especializada o consultar las alternativas del gobierno para comprar algún bono gubernamental, las cuales, son opciones seguras y recomendables para poner a trabajar tu dinero y obtener alguna ganancia.

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