Si tienes un adeudo que te está atormentando y te quita el sueño, seguramente es una deuda fantasma. Se trata de un compromiso que no has logrado liquidar y te persigue. Antes de que te aterrorice porque te lleve a una situación de impago y se convierta en un registro negativo en las centrales de riesgo, aquí te decimos qué son y cómo solucionarlo. 

Es una mora que ocurre cuando no se tiene control sobre los gastos mensuales por los malos hábitos que finalmente llevarán a una situación de sobreendeudamiento. El mal uso de las tarjetas de crédito, las compras innecesarias o los gastos hormiga son fantasmas en las finanzas personales a los que hay que prestarles atención antes de que se conviertan en un problema. 

Hay 4 tipos de deudas fantasma:

    1. Comprar con crédito productos perecederos como las vacaciones o los víveres de la despensa. El crédito genera intereses y no es dinero propio, por lo que debe pagarse. 
  • No saber usar los meses sin intereses. Es necesario diferir las compras de acuerdo a lo que se adquiere. Los perecederos deben liquidarse lo antes posible, antes de 6 o 12 cuotas. En cambio, los electrodomésticos o la tecnología pueden superar los 24 meses. 
  1. Cuando solo se pagan los intereses. Esos parecen adeudos inmortales, porque no se salda en su totalidad y solo se abona el monto de los intereses, pero no se liquida el capital.
  2. Deudas gigantescas que ya superan el 30% de los ingresos en lo que corresponde al pago mensual de las mismas.
  3. Adquirir una tarjeta para pagar otra. Solicitar un préstamo para pagar una obligación antigua solo será abrir un nuevo pozo para intentar tapar otro, pero sin lograrlo. 

Lo más aterrador en estos casos es que son obligaciones que cuando se dejan de pagar por falta de dinero causan una situación de sobreendeudamiento. Ante estos escenarios, lo  ideal es ajustar el estilo de vida, reducir gastos, aumentar los ingresos, disminuir gastos hormiga, llevar un presupuesto y ahorrar. 

Los expertos en finanzas personales explican que el adeudo puede ser bueno o malo. Esto depende de en qué se destine el dinero que se ha pedido prestado. Si el dinero se usa para bienes perecederos, sin duda será negativo, porque ese gasto no representará una inversión.

En cambio, la deuda “buena” es aquella que genera beneficios en la vida financiera, personal y profesional. Acá algunos ejemplos de este tipo de endeudamientos que rendirán frutos en el futuro:

  • Pagar una maestría o un curso que contribuirá a obtener un mejor empleo y por lo tanto un mejor ingreso.
  • La compra de un auto que te permita ser más productivo y amortizará su costo con el tiempo. Es decir, que por tener un sistema de movilidad más cómodo se traduzca en oportunidades de negocio y por lo tanto en mejor ingreso.
  • Invertir en un negocio. Haciendo los planes previos y siguiendo las estrategias adecuadas para que realmente se convierta en una fuente de nuevo ingreso.
  • La hipoteca de una casa. Tener un lugar propio para vivir, será siempre una buena inversión, especialmente si el nivel de ingreso permite realizar los pagos oportunamente.

Sin embargo, si la situación ya te superó y crees que necesitas un exorcismo financiero, la ruta es acudir con los especialistas en finanzas personales como son las reparadoras de crédito como Resuelve tu Deuda, empresas dedicadas a la consultoría para diseñar un plan de ahorro para el deudor. El dinero ahorrado permitirá negociar con los acreedores. 

Cazafantasmas financieros

Hay que identificar las razones por las que se perdió la liquidez. Desde un mal manejo de las finanzas personales o por la pérdida de empleo. Tener claridad sobre cuál es la capacidad de ingreso y ahorro permite pensar en la mejor alternativa para salir de deudas, sin necesidad de adquirir un nuevo crédito que podría empeorar la situación.

Ante una emergencia económica que no se puede pagar, esto es lo que se puede hacer:

  • Notifica a tu acreedor. En cuanto identifiques que no podrás cubrir un adeudo, abono o pago, hay que contactar al banco o institución financiera para  hacerle saber la situación. Esto abre la posibilidad de un acuerdo para reestructurar el crédito y pagarlo en un tiempo mayor con cantidades menores. Alargar el plazo aumentará los intereses y la cantidad final a pagar, pero es una alternativa para mantener un historial crediticio positivo.
  • Evita contratar un nuevo crédito. Adquirir otro compromiso financiero para saldar uno previo, solo agravará el problema y provocará que la deuda original se vuelva más grande. Es una solución momentánea, pero perjudicial a largo plazo.
  • Reduce tus gastos. Planificar los gastos y eliminar aquellos superficiales es una medida que permite destinar más dinero al pago de la deuda y terminar de pagarla en el menor tiempo posible.
  • Cambiar de institución acreedora. Con asesoría especializada es posible encontrar otra opción para trasladar la deuda con un banco distinto y pagar en mejores condiciones (tasa de interés, plazo y montos de pago, cantidad final a pagar).

Cuando los intereses provocan que las deudas sean impagables, lo mejor será recurrir con los especialistas, sobretodo antes de que pierdas liquidez. Cuando ya es muy tarde para consolidar una deuda y ya estás en Centrales de Riesgo con una calificación negativa, entonces puedes recurrir a una reparadora de crédito.

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