Si en tus planes ya se encuentra adquirir una casa en un futuro no muy lejano, es conveniente que empieces a familiarizarte con algunos términos financieros que te evitarán confusiones y harán mucho más fácil esta decisión tan importante en tu vida.
Al mismo tiempo, si ya te encuentras pagando una propiedad, conviene también aclarar algunos aspectos del crédito que contratasten con el objetivo de evitar cualquier contratiempo que pueda afectar tus finanzas personales.
Recuerda que la adquisición de una casa es una de las decisiones financieras más importantes, por eso debes analizarlo detenidamente y no está de más tener claridad en los términos y características que implica un compromiso de este tamaño.
Diferencias entre crédito hipotecario e hipoteca
En un principio, se tiene la idea de que son el mismo tema; sin embargo, se trata de dos términos distintos. En primer lugar, el crédito hipotecario lo realiza regularmente un banco, que cobra mes a mes una cantidad determinada y tiene una duración, dependiendo de la institución donde se contrató, que va de 5 a 20 años.
Por su parte, la hipoteca de una casa es dejarla como garantía en un acuerdo con una institución financiera para obtener un préstamo por un monto elevado.
Para explicarlo en términos más simples , la hipoteca es el respaldo con el que cuenta el banco en caso de que el usuario a quien le dio un préstamo deje de pagarle. Si esto ocurre, la firma tiene derecho por ley a quedarse con la propiedad.
¡Cuidado con las hipotecas!
Al tratarse de cantidades de dinero muy grandes, ya sea al contratar un crédito hipotecario o hipotecar una casa, se debe tener cautela con echarse a la espalda un compromiso de este tamaño. Recuerda que estamos hablando que por lo menos 5 años deberás pagar mensualmente a un banco una cantidad determinada, con lo que debes estar seguro que cuentas con la capacidad económica.
En tanto, si necesitas un préstamo muy grande, tienes la posibilidad de hipotecar tu casa, sin embargo, se trata de una decisión que debe analizarse con mucho cuidado ya que estás dejando como garantía tu vivienda y si por alguna razón dejas de pagar es altamente probable que la pierdas.
La hipoteca es una de las decisiones financieras más delicadas que existen, con lo que te recomendamos asesorarte con especialistas y no creer en ninguna fórmula mágica que te ofrezca soluciones sencillas. Es muy importante que seas consciente de tu capacidad de pago y si en este momento no puedes comprometerte a pagar cantidades importantes por varios años, quizá valga la pena esperar un poco más para dar un paso de esta magnitud.
¿Cómo hipotecar una casa?
Recuerda que al realizar este proceso, se está entregando a un tercero el derecho a quedarse con la propiedad en caso de que no pueda cumplir con los pagos, con lo que debe de analizarse de forma detallada.
La hipoteca es una opción para obtener liquidez en caso de enfrentar complicaciones financieras, ante lo cual se debe tener cautela y considerar si se contará con los recursos suficientes en el corto plazo para pagar en forma y no perder la propiedad. Así, los requisitos que se deben cumplir son los siguientes:
- Tener la mayoría de edad
- Comprobar la propiedad legal de la vivienda o inmueble
- Contar con un certificado laboral no mayor de 60 días.
- Comprobar ingresos así como el tipo de actividad que realiza en caso de ser trabajador independiente.
- Tener buen historial de crédito en las centrales de riesgo como Data Crédito.
- Título de propiedad
- Pago de impuestos municipales y nacionales en orden
- Libertad original del inmueble vigente ( no mayor a 60 días)
- Que la propiedad no se encuentre bajo una hipoteca vigente.
- Avalúo del inmueble.
- La vivienda no debe estar en construcción
- En algunos casos se solicitará que cuente con algún seguro de daños
Si has decidido hipotecar, te recomendamos comparar todas las opciones que existen en el mercado y pensar con la cabeza fría antes de decidir. Uno de los puntos que debes considerar es que no obtendrás el valor total de la vivienda, sino que los bancos te otorgarán entre 50 a 80% del precio del inmueble.